lunes, 9 de noviembre de 2009

Las casas de Pompeya

-La Villa de los Misterios es una ruina bien conservada de una villa romana que queda a unos 800 metros al noroeste de Pompeya y a unos 200 de la Puerta de Herculano. Se puede llegar a ella desde Pompeya. Queda en las afueras de la ciudad principal, separada de ella por una carretera con munumentos funerarios a ambos lados (una necrópolis) así como las murallas de la ciudad. La Villa de los Misterios está considerada una villa suburbana, con una relación cercana con la ciudad, pero en las afueras de ella.

La Villa tenía bellas salas tanto para comer como para el ocio, y espacios más funcionales. Una prensa de vino fue descubierta cuando se excavó la Villa y ha sido restaurada a su ubicación original. No era infrecuente en las casas de los muy ricos incluir zonas para la producción de vino, aceite de oliva u otros productos agrícolas, especialmente desde que muchos romanos de la élite eran propietarios de granjas o huertos en la proximidad de sus villas. Es un ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agropecuaria. Se integra en el paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes. En este sentido, la Villa de los Misterios resulta muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.



















La Villa recibe su nombre por las pinturas en una habitación de la residencia. Este espacio pudo haber sido un triclinium, y está decorado con frescos del siglo I a. C. Aunque el tema real es objeto de controversia, la interpretación más usual de las imágenes es que se trata de la iniciación de una mujer en un culto especial a Dioniso, un culto mistérico que requería ritos específicos y rituales para convertirse en miembro. Del resto de interpretaciones, la más destacada es la de Paul Veyne, quien cree que representa a una joven pasando por los ritos del matrimonio.

Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece bedidas a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras. También se representan las bodas de Dionisio y Ariadna.

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